Bahía de las Águilas es un verdadero tesoro natural que evoca las imágenes paradisíacas de una postal. Sus vastas arenas blancas, inmaculadas y suaves, se extienden a lo largo de una costa que parece interminable, mientras el mar, de un azul profundo y cristalino, se funde armoniosamente con el horizonte. El cielo despejado y brillante contribuye a la sensación de libertad y paz que envuelve a quienes tienen el privilegio de visitar este lugar mágico. Ubicada en la provincia de Pedernales, Bahía de las Águilas es una joya que representa con dignidad la riqueza natural de la región. Este rincón remoto ofrece una belleza extrema, donde la tranquilidad es absoluta y el placer de estar al aire libre se convierte en una experiencia única. Aquí, la vida moderna parece desvanecerse, y en su lugar, la naturaleza reina en toda su pureza. Visitar Bahía de las Águilas es mucho más que una simple escapada: es la oportunidad de conectar profundamente con la paz y la quietud de uno de los lugares más vírgenes y extraordinarios de la República Dominicana.
Con un menú integrado por todas las delicias del mar, en el Rancho Típico Restaurant Cueva de las Águilas te costará decidirte entre tantos platos tentadores. Mofongos rellenos de camarones, lambí, masa de cangrejo o langostas enteras, pescados a la plancha y pollo son parte de la oferta. Aquí puedes comer con bebida incluida a partir de 300 pesos.
A unos pocos kilómetros de Bahía de las Águilas está lo que los lugareños han denominado la Playita del Amor. Una extensión de arena blanca con una enorme piedra que sirve de sombrilla natural. Muy propicia para las parejas. Inclúyela en tu excursión.